viernes, 24 de diciembre de 2010
Pase de Niño viajero una tradición intangible
jueves, 11 de noviembre de 2010
La inclusión a la educación regular avanza lentamente
lunes, 1 de noviembre de 2010
La chola, la marca de Cuenca
La chola cuencana es la identidad de la ciudad, dice Julia, mientras delicadamente arregla su tradicional vestimenta, para que un par de turistas la fotografíen, luego mueve sus flores.
Hay una variedad de colores para las polleras, pero las representativas dice la mujer son las rojas, amarillas y verdes. Los zapatos también son especiales: las llamadas alpargatas, que poco se comercializan, y ella ya no las usa. El sombrero de paja toquilla y el chal, con un bordado del escudo del Ecuador, los dejó para momentos de gala.
En las estrechas calles empedradas del Centro Histórico de Cuenca, las cholas todas con sus trenzas negras caminan al ritmo que marcan sus polleras, pero ahora no son muchas. Las cuatro hijas de Julia, le pidieron hace algunos años, que dejara su vestimenta tradicional y se vista de “pantalón”. Ella se negó rotundamente.
“Yo la pollera nunca dejaría. Me dicen: ya mami con la pollera se ha de morir y yo me bromo, y dijo cuando me muera me tienen que poner la pollera más nueva que tenga, y la blusa más nueva”, ríe…
La Chola Cuencana
Este es un recuento de lo que significa ser una chola cuencana. Testimonios de Cholas, quienes no piensan dejar su vestimenta, pese a la presión que ejerce su alrededor y, muchas veces su familia.
El historiador Claudio Malo dice que la vestimenta de la chola cuencana, en la remota época de la Colonia, distinguía a las personas de su posición social. "Chola era indicador de un rango social inferior".
lunes, 6 de septiembre de 2010
sábado, 28 de agosto de 2010
Vacaciones: un tiempo para trabajar
viernes, 6 de agosto de 2010
Ciegos se adueñaron de las tablas
Josefina Cajamarca tiene discapacidad visual y física, pero eso no le ha impedido participar en la obra de teatro. Su monólogo dentro de la obra, forma parte de su propia vivencia.
Eduardo Landi, con una ceguera parcial, es uno de los actores principales de la obra propuesta por el grupo de teatro Los Hijos del Sur. El papel que me le gusta es en “La noticia”.
Eulalia Idrovo es no vidente desde que tenía uso de razón. Para ella actuar es cumplir con uno de sus sueños.
Vicente Gallegos, de 40 años, siente que el teatro le devolvió su vida. Hace cuatro años perdió la vista.
viernes, 18 de junio de 2010
jueves, 18 de febrero de 2010
Historias Perrunas con el Mati
En este blog, le dedico un pequeño espacio a mi perro el Matías, un snauhzer miniatura, de ocho meses, que me ha cambiado la forma de percibir el mundo de los animales, sobre todo, de los caninos. Las historias con sus amigos crecen alrededor de un parque. Son submundos que por el trajinar no las percibimos.
Todos los días con el Mati salimos temprano, como a las 06:30. Aún no sé si yo le llevo o realmente es él quien me lleva a caminar.
Golden retriever
Camina despacio y recorre parsimoniosamente por el parque que no tiene nombre. Scotti tiene dos años y medio, pero por sus grandes ojos negros da la impresión que tiene más edad. Es que son tristes y cansados, aunque tiernos.
Como un golden común su pelaje es amarillo y es grandes es comparación, por supuesto al Mati. Sube a lo más alto de los pequeños montículos de tierra cubiertos de llano y observa con atención los movimientos de los demás perros, luego empieza su rutina de la mañana: se recuesta, extiende y deja caer su cuerpo en la montaña y resbala.
Se incorpora y sube nuevamente. En menos de 10 minutos ya se ha subido y resbalado por lo menos unas 30 veces. Su amo, un hombre alto, le espera al ingreso del parque y con solo un silbido, que conoce muy bien, corre a verlo. Mientras dos perros, uno es el Mati, ya se han acercado a él y comienzan batallas comunes, sin muchos heridos. Son simples juegos de perros felices de encontrarse como mascarse las barbas o las patas.
Scotti es un perro guía por naturaleza. Enseña con paciencia, a los demás perros, sobre todo cachorros, a darse volteretas y a coger objetos, aunque no hay mucho tiempo y los aprendices tienden a cansarse rápidamente. Los cachorros no son tan atentos como él quisiera. Al ver sus esfuerzos de enseñar infructuosos no le queda más que volver con su amo y esperar hasta mañana hasta que los pequeños estén más atentos.
Mestizo
Pipo es uno de los más jóvenes. Creo, sin duda de equivocarme que es el más joven de los que visitan el parque. No tiene una raza definida. Tiene cinco meses y se podría decir que es pequeño con orejas largas y caídas y con pintas negras y blancas que le hacen un perro con gracia.
Siempre viene acompañado de su amo, un hombre con una voluptuosa barriga, que desea bajar de peso. Pipo es el primero en llegar al parque, su amo le hace correr por lo menos unos 10 vueltas alrededor de este mundo perruno.
Es fiel no requiere cadena, basta que su amo corra para que el perro lo siga. Aunque hay algunos cachorros que siempre lo provocan y despistan, entonces Pipo tiene que decidir sobre si ir con su amo o empezar un juego de mascadas y lamidas. Aunque siempre la opción del amo es más poderosa. Continuará...
martes, 26 de enero de 2010
Cuenca tiene un refugio para animales silvestres
En su jaula, Lupita se mueve de un lado para el otro. Parece amistosa y vivaz, pero cuando un niño se acerca la expresión de este mono aullador cambia drásticamente y se desespera en busca de un escondite.
Hace un par de meses, a este mono, no solo le afectó que le arrancaran de su hábitat, sino que fue a parar en manos de dos niñas que mutilaron su pulgar y le maltrataron hasta el punto, que cualquier niño que se le acerca es motivo de lloros y molestias.
Lupita es uno de los 120 animales de 40 especies rescatados en el refugio Yurig Allipa o tierra blanca, ubicado en la parroquia rural cuencana de Tarqui. La mayoría de estos, tienen historias parecidas.
Dos de los tres pingüinos que tiene este lugar, cuyo hábitat son las islas Galápagos, llegaron al centro porque sus dueños, quienes los compraron en la calle, ya no pudieron mantenerlos. Cristian Aguilar, el guía del refugio, dice que uno de ellos, comía pedazos de pan y por eso llegó con desnutrición.
Ahora, se les acondicionó una pequeña piscina y comparten un espacio con dos piqueros de patas azules.
El propietario del refugio, Alberto Vele, un inmigrante, quien vivió en Estados Unidos por 14 años, volvió en el 2000 con el empeño de crear un lugar para socorrer a animales maltratados. Ahora es el principal referente, en Cuenca, para la Policía Medioambiental, del Ministerio de Medio Ambiente y la Municipalidad.
En la zona más alta del refugio está ubicada un espacio verde con 25 venados. Hace 9 años, Alberto comenzó con cinco. Durante todo el proceso, 35 han nacido en el lugar y de estos, ocho han sido reinsertados en el sector de El Cajas.
Aunque Vele dice que sigue siendo privado y por lo tanto, todavía no tiene apoyo económico para mantenerlo. Solo su propia gestión hace que los animales tengan un buen lugar para vivir. Él cree que al mismo tiempo que ayuda a sus animales, todos con nombres propios, contribuye el turismo comunitario en su zona.