lunes, 22 de agosto de 2011

400 mil feligreses caminan junto a la imagen de la Virgen del Cisne en un trayecto de 20 horas




La romería del Cisne a Loja, con tres trayectos, inició el pasado 17 de agosto. La imagen de la Virgen llegará a Loja el próximo 20 de agosto. Miles de fieles hacen el recorrido inspirados por la fe.




Una leve neblina cubre el pequeño pueblo de El Cisne, ubicado a 72 kilómetros de Loja. Es 16 de agosto, 20:00.  El apacible movimiento de sus habitantes, de hace un mes, desaparece. En su lugar, 10 buses urbanos y camiones repletos de gente se detienen a un kilómetro de la imponente iglesia con tendencia gótica, que tiene como dueña de casa  a la Virgen  el Cisne, para dejar a los fieles.

Un ambiente de mercado da la bienvenida al pueblo: los olores de comida recién preparadalos gritos de los vendedores de velas o de lugareños abriendo las puertas de sus casas,  invitando a los visitantes alquilar sus cuartos o baños.  Los comerciantes de esteras caminan con este producto, que los fieles usaran como colchón para descansar por unas horas. 

Las puertas de la iglesia están cerradas y con las luces apagadas, ahí duermen por lo menos 150 personas que llegaron más temprano. Afuera, junto al templo,  una  banda de pueblo con su música, acompaña la ocupación de los visitantes a los pocos espacios que quedan en la plataforma de la iglesia.

 Los fieles se instalan con sus esteras y cobijas a la espera de la salida de la imagen de la Virgen del Cisne, en andas, a San Pedro de la Bendita, a 21 kilómetros, en su primer trayecto para llegar caminando a Loja, el próximo 20 de agosto.  

Un grupo de siete jóvenes se apresuran a colocar papel periódico en un espacio que aún queda libre. Permanecerán sentados hasta las 4:00 del 17 de agosto, para iniciar la caminata de seis horas hacia San Pedro. “Es la promesa y la fe”, dice Susana, quien vino de Quito.

En el convento los sacerdotes descansan. Todo está preparado para que la Virgen llegue a Loja en cuatro días.  50 sacerdotes participarán en toda la conmemoración religiosa que concentra a más de 400.000 fieles de todo el país y de Perú y que tiene más de 80 priostes.
El vestido que usará la imagen de la Virgen, el primer día de su viaje,  blanco con rojo, ya está listo y fue donado por uno de sus fieles.  “Nunca repite un vestido y siempre lleva un sombrero, que es el símbolo de la peregrina caminante”, cuenta el sacerdote William Arteaga, director de la Radio Reina del Cisne. 

Día de la romería

En las calles a las 3:30, del 17 de agosto, hay velas encendidas y fieles como Santiago, de 32 años, que las contemplan. Las puertas de la iglesia están abiertas y la multitud aprovecha hasta el más pequeño espacio para ingresar. Teresa agarra con fuerza cinco velas encendidas, mientras un sacerdote inicia la misa de 04:00. La imagen de la Virgen saldrá a las 07:00 resguarda por más de 50 policías y llevada en andas por sus fieles.

En la carretera a las 04:15 ya hay más de 200 fieles que se adelantan a la caminata que durará seis horas. El frío de la madrugada, de este pueblo con una altitud de 2.252 metros sobre el nivel del mar y el cansancio, los acompañan. En los filos de la carretera, llena de curvas, decenas de personas aun descansan envueltas en cobijas, mientras los comerciantes de comida vuelven a aparecer promocionando sus productos.

En dos horas y media de caminata, los feligreses, muchos de ellos cargados a sus hijos menores de dos años, se han sacado sus zapatos y caminan descalzas para disminuir el dolor de los pies por el esfuerzo.  Patricia Puma, de 45 años, se sienta con sus hijas al filo de la carretera. Desde hace 40 años camina este trayecto. “Es la fe que tenemos a la churudita, antes llegaba hasta Loja, pero ahora solo le dejo hasta La Toma.  El trayecto de La Toma a Loja es muy largo”.

A la cuarta hora, el esfuerzo se refleja en el rostro de la gente. Ya son las 09:00 y el sol aparece y obliga a colocarse gorros, gafas y tomar agua. Muchos parecen que caminan mecánicamente y arrastran los pies. “Vengo a llevarle a mamita Virgen, pero me adelanto ya que no avanzo a correr igual con ella”, dice Rosa Santos, de 69 años, quien intenta acelerar el paso en la cinco hora de caminata y llega a coger uno de los primeros puestos en la misa de 11:00, en la Hacienda San Pedro, presidida por la imagen de la Virgen.   

 A las 10:30, muchos ya han llegado a San Pedro de la Bendita, se acuestan en sus esteras traídas en hombros del Cisne a esperar que llegue la imagen.

Son las 13:00 y las estrechas calles de tierra de San Pedro están repletas de personas, mientras cintas multicolores dan la Bienvenida a la imagen. “Ahora solo queda descansar”, dice Patricia Puma.  Al día siguiente, es decir el 18 de agosto, las mismas personas saldrán a la ruta San Pedro-Catamayo, La Toma, en un trayecto que durará dos horas. Luego el 19, iniciará el recorrido más largo, La Toma-Loja que durará alrededor de 12 horas.

Los kilómetros marcarán la fe de los peregrinos que ya para Loja, el 20 de agosto, serán más  de 400 mil.

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